A principios de los 90 realice un curso avanzado de fotografía analógica la cual se convertiría en mi obsesión desde entonces, la fotografía. Posteriormente, un grupo de amigos instalamos un pequeño estudio de revelado en blanco y negro y nos dedicamos a hacer retratos cobrando por ello, también fotografía artística y esperimental con la ampliadora y los químicos que podíamos permitirnos.
Mi padre me regalo por entonces mi primera cámara que 30 años después aún conservo en perfecto estado (Zenit 19), la cual aún utilizo muy de vez en cuando.
Dejé posteriormente la fotografía analógica y pase a la digital con la cual desarrollo todo mi potencial creativo actualmente. Leo mucho y siempre temas relacionados con la fotografía, experimento y practico mucho lo aprendido, algo que creo fundamental para encontrar y desarrollar ese tan anhelado estilo propio y único que todos deseamos.