A veces toca madrugar, y ésta vez madrugamos un poquito para utilizar el sol como luz de contra (me encanta fotografiar a contraluz). Gracias al madrugón y al frio, tenemos ese halo, que a contraluz es aún mas espectacular, y un flare que le da mucha personalidad y carácter a la foto. Por cierto, sé que no se nota pero estamos subidos a la segunda planta de un tren de mercancías. La suerte no llega sola, se busca.
Una foto que me encantó y un procesado con mucho contraste, pero sin perder las formas.